El negocio del cannabis está en aumento y, como no podría ser de otra forma, toda la industria derivada del mismo está en auge. Ha dejado de ser un reducto, para fumadores clandestinos y negocios de trapicheo ilegales. En la actualidad, están surgiendo una infinidad de aplicaciones dentro de una industria floreciente, que en nuestro país, gracias a la legislación, cuenta con alta dosis de creatividad e innovación. ¡Quién lo diría!, ¿en España?, igual por eso el sector está mal visto.
Esta situación convierte al sector en una óptima alternativa para ¡EMPRENDER!
Cuántas veces oímos la palabra emprender, sin duda, lleva varios años de moda. En medios tradicionales como televisión, en radio, en prensa y por supuesto, y no menos importante, en internet. ¡Emprender es el futuro!, ¡sé un emprendedor!, ¡crea tu propia marca!
Una vez más el metalenguaje, tan frecuente en estos tiempos, pretende añadir algo más, u otro enfoque, a lo que ya existe, pero que en la mayoría de las veces no es más que un giro del lenguaje. ¡SER EMPRENDEDOR ES SER EMPRESARIO o AUTÓNOMO!, Aunque a mí, por gustarme, me gusta, ¡HÉROE!
España y lo de arrancar negocios, es como mezclar agua y aceite, que necesitan ser emulsionados para que se mezclen.
Un emprendedor por encima de todo tiene que ser empresario y aplicar el protocolo debido para poder serlo. Además, a la mezcla, para que pique un poco, le incluimos el estigma de querer serlo del sector cannábico. ¡MADRE MÍA QUE MIEDO!
Las ideas lucen en las conversaciones y refuerzan el ego pero de poco sirven, si después no hay un plan perfectamente diseñado para poder ponerlas en práctica. Todo emprendedor que se precie, después de discernir su brillante idea, y antes incluso, de emocionarse con ella, debe pensar en la viabilidad de su aplicación a un negocio productivo.
Para comenzar nuestra andadura como emprendedores cannábicos, necesitamos, en primer lugar, constituirnos legalmente en ello. Sí, lo has adivinado, hay que tratar con la administración. Primera en la frente. Baraja las opciones legales disponibles y cuál se adapta mejor a tus necesidades. Si no eres ducho en leyes, en serio, ponte en manos profesionales. Es un sector delicado y necesitaras, sí o sí, estar bien asesorado.
Es fundamental que planifiques con perspectiva tus necesidades y tus recursos. Necesitaras local o terreno necesario para el desarrollo de tu negocio. Reformas, Licencias y permisos, sí, continuamos tratando con la administración. Es imprescindible tener un conocimiento claro de los plazos para poder planificar con la máxima precisión cuándo vas a poder comenzar a ejercer tu actividad.
Iniciar una empresa del sector cannábico, como cualquier empresa, tiene otro muro importante que franquear, a no ser que seas un potentado o hijo de, que es la financiación. Este “pequeño” obstáculo, que en España llega a alcanzar la necesidad de tener que ostentar marca de clasificación olímpica como pertiguista para superarlo, es fundamental. Necesitarás un plan de empresa detallado que explique el proyecto y que contenga su correspondiente estudio de mercado, su DAFO, su planificación económica, etc., antes de presentarte ante una entidad bancaria. La banca habla su idioma y tú necesitas conocerlo si quieres algo de ellos. Si lo tuyo son las plantas y no las cifras, reitero, ponte en manos de profesionales en la materia.
Si has llegado al punto en el que tienes toda tu documentación administrativa en regla, tienes local, tienes financiación y sobre todo tienes la ilusión de haber conseguido materializar tu proyecto, entonces y sólo entonces, será un EMPRENDEDOR CANNÁBICO.
Carlos Ortega
Desarrollo de negocio THC Abogados