Empezamos el año con escasas noticias del proceso que dará como resultado la regulación del cannabis medicinal en España. Y es que esta regulación, que se esperaba para finales del mes de diciembre del pasado año, se está haciendo de rogar. Ya que el plazo de seis meses que la Comisión de Sanidad del Congreso dio al Gobierno para regular el uso medicinal terminó el 27 de diciembre, y aún no se ha aprobado nada respecto de la nueva regulación.
Ministerio de Sanidad ha puesto de manifiesto que está ultimando la regulación, ante la avalancha de preguntas de los grupos parlamentarios, así como de las asociaciones y organizaciones de pacientes y los consumidores de cannabis medicinal. La AEMPS ha afirmado que está trabajando en la «hoja de ruta» de la regulación demandada por el Congreso y en determinar las necesidades de este proceso, aunque sin aclarar cuándo va a aprobarlo ni con qué contenido. Por lo que nos encontramos ante una falta de información total.
¿POR QUÉ ES TAN IMPORTANTE LA HOJA DE RUTA?
La importancia de la hoja de ruta en la que trabaja la AEMPS debe especificar varios asuntos que quedaron abiertos en el dictamen del Congreso. Como, por ejemplo, quién podrá prescribir y quiénes podrán suministrar, es decir, quiénes serán los médicos que podrán recetarlo y si sólo se puede administrar en las farmacias hospitalarias, o también se amplía a las farmacias de la calle.
Esto la hace verdaderamente importante, ya que de estas decisiones dependerá el número de pacientes que podrán beneficiarse de los preparados de cannabis medicinal.
Otra razón verdaderamente importante, es que podremos saber, o al menos acercarnos, al número de personas que utilizan el cannabis medicinal en España ya que, por el momento, al no estar legalizado su uso, no existe un registro oficial. Aunque se estiman por datos de las organizaciones de pacientes de cannabis, que España contamos con más de 200.000 que utilizan el cannabis terapéutico ya sea autocultivando en su domicilio, como miembro de un club de cannabis o comprando su consumo propio en el mercado negro.
El dictamen del Congreso establece que “las indicaciones para la utilidad terapéutica del cannabis deben concentrarse en los casos de espasticidad en pacientes con esclerosis múltiple, algunas formas de epilepsia, náuseas y vómitos derivados de la quimioterapia, endometriosis, dolor oncológico y dolor crónico no oncológico, incluido el neuropático”. Y en otros casos «cuando los estudios aporten indicios consistentes».
El dictamen del Congreso tampoco establece ninguna recomendación sobre el precio de los extractos o preparados del cannabis que se dispensarán en las farmacias.
El Ministerio de Sanidad tiene que determinar, por tanto, qué porcentaje asume el Estado en el pago que debe hacer el paciente para obtener los productos recetados, que es otro factor super importante si nos referimos a la accesibilidad del producto.
EL RECELO Y TEMOR DE LOS GRUPOS PARLAMENTARIOS Y LAS ORGANIZACIONES DE PACIENTES
Los diferentes grupos parlamentarios muestran recelo con el retraso, pero aún más con la falta de noticias y la desinformación que además está generando incertidumbre y temor. Algunos de ellos están dispuestos a ofrecer soluciones y se preparan para ofrecer iniciativas parlamentarias para que el proyecto salga adelante a la mayor brevedad posible.
Las organizaciones de pacientes y las que trabajan por la regulación del cannabis en España se encuentran muy preocupadas con este retraso en el proceso.
El Observatorio Español de Cannabis Medicinal ha mostrado su preocupación por la absoluta falta de información acerca de la actuación de la AEMPS para cumplir con el dictamen de congreso.
Por otra parte, La Unión de Pacientes por la Regulación de Cannabis considera que se trata de un hecho de vital importancia, ya que muchas personas enfermas y con graves dolencias necesitan estos preparados procedentes de las plantas para paliar los dolores provocados por su enfermedad.
Además, esta organización muestra su preocupación por que el Gobierno apruebe una legalización que beneficie al mayor número de usuarios y aclaran que no quieren que esta regulación beneficie a grandes corporaciones si no a la salud de quien verdaderamente lo necesita y por ello defienden el autocultivo, aunque este ya quedó excluido del dictamen.
Aun así, tiene la esperanza de que en un corto espacio de tiempo empiece a hablarse de regulación del cannabis de uso adulto, que es una realidad social, para así poder garantizar al consumidor seguridad intentando poner fin al mercado negro, donde lamentablemente aún tienen que acudir los usuarios medicinales de cannabis.
¿Nos traerán los Reyes Magos la tan deseada regulación del cannabis Medicinal?
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