Son muchos los usuarios de cannabis que se encuentran hoy con gran incertidumbre, tras el dictamen de la Comisión de Sanidad de Consumo del Congreso. Ya que todavía no se ha delimitado qué clase de normativa se aprobará, si se habilitarán licencias especiales para consumo medicinal y, en el caso de que sea así, quién tendrá acceso a estas licencias y cuál será su duración estimada.
Además, entre las mayores preocupaciones de los consumidores se encuentra la de qué pasará con las personas que sigan cultivando marihuana en su propio domicilio, para su propio uso, y si podrán tener problemas legales por ello.
Ahora bien, todavía nos toca esperar. Puesto que la comisión de sanidad del Congreso, aprobó el 27 de junio el dictamen que insta al gobierno a regular las medidas necesarias para garantizar el uso medicinal del cannabis con todas las garantías sanitarias en un plazo de 6 meses desde su aprobación.
Lo que no se ha especificado es qué tipo de normativa deberá aprobar el gobierno, ya sea ley, decreto u otro tipo de disposición legal. O si compartirá similitudes con otros países que dieron el paso mucho antes en la aprobación del uso medicinal del cannabis.
DISPENSA
A diferencia del ReproCann, regulado en Argentina tras la aprobación del uso medicinal de cannabis. O de la normativa aprobada en Portugal, donde la Ley 33/2018 de 18 de julio estableció el marco legal para el uso de medicamentos, preparados y sustancias a base de la planta de cannabis con fines medicinales, a saber, su prescripción y dispensación en farmacia, procediéndose a su regulación con el Decreto-Ley Nº 8/2019, de 15 de enero, todo indica que el texto definitivo no incluirá la opción legal del auto cultivo y optará por que el cannabis pueda ser dispensado en farmacias comunitarias y a partir de la red de farmacias del Sistema Nacional de salud, con prioridad para las farmacias hospitalarias.
También se contempla que el cannabis medicinal, exclusivamente pueda ser asignado a un paciente por profesionales sanitarios y preferentemente por médicos especialistas que supervisen la dispensación. Esto es la característica más relevante y esencial, ya que se hace con el fin de poder crear un registro central de pacientes. Lo que permitirá evaluar periódicamente la evolución de estos tratamientos, al fin de observar sus beneficios y poder estimar la cantidad aproximada de pacientes tratados con cannabis.
CONTROL DE USO MEDICINAL
Sin duda, lo más complejo es cómo deberá adecuar la norma El Gobierno junto con la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) para no favorecer al mercado ilícito, ya que será la AEMPS quien gestione el proceso regulatorio del cannabis medicinal y quien además, tendrá que realizar con la colaboración de las Comunidades Autónomas un informe anual sobre el uso terapéutico del cannabis. En este se incluirán los servicios prescritos, los pacientes tratados, volúmenes de productos dispensados y datos de eficacia y seguridad.
Otro factor importante, será la accesibilidad al cannabis medicinal y qué dosis estipulará al gobierno por persona. Ya que esto en otros países ha supuesto un problema, debido a que muchos consumidores de cannabis han decidido seguir cultivando de forma privada. Esto se debe a que las dosis impuestas por el gobierno no han sido suficientes para satisfacer el consumo que ellos necesitaban o consideraban necesario.
PRECIO E INDUSTRIA FARMACÉUTICA
Las organizaciones de pacientes de cannabis terapéutico estiman que entre 200.000 y 500.000 personas pueden estar utilizando habitualmente el cannabis con fines medicinales, comprando en el mercado negro, cultivando sus propias plantas en sus domicilios privados o acudiendo y/o abriendo sus propias asociaciones de consumidores de cannabis. Estas últimas además, consideran que se han primado los intereses de la industria farmacéutica por encima de los beneficios que produce el cannabis en su uso terapéutico y consideran que se están vulnerando sus derechos y por ello hay mucha expectación. Puesto que el dictamen del Congreso no establece ninguna recomendación sobre el precio de los extractos o preparados de cannabis que se dispensarán en las farmacias.
¿Qué ocurre con el uso recreativo?
La comisión de Sanidad y Consumo rechazó todos los votos particulares presentados por distintos grupos, incluidos aquellos que pretendían abrir la puerta a la regulación del cannabis para uso recreativo. Tal y como defendió ciudadanos, que abogó por avanzar hacia una regulación del cannabis también para uso recreativo como complemento para evitar la derivación de pacientes o de personas en general mercado lícito o alternativa poco seguras. Y en la misma línea, la diputada María Carballo subrayó la necesidad de contar con una regulación integral del cannabis, incluyendo también su uso recreativo.
De lo único que podemos estar seguros, es que se dispone de muy poco tiempo para poder establecer un marco legal en España que regule el cannabis medicinal.
Esperamos tener buenas noticias el 27 de diciembre.
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